Lo que sí me gusta hacer, en lugar de repetir viejos sonsonetes, es agarrar un tippex en forma de rotulador bien gordo e ir borrando –que no tachando- viejas costumbres, prejuicios machacones e ideas obsoletas, para aceptar algunas cosas, seguir luchando contra otras y echar a correr cuando no puedo hacer ni lo uno ni lo otro.
Y así aprender que:
- El mundo dejó de girar alrededor de mi ombligo hace ya muchos años. (Nunca es tarde para aprender verdades universales)
- No tengo que poner cara de asombro en el ascensor cuando suben los inmigrantes del tercero.(Ni los del octavo ni los del undécimo)
- Mejor no echar cuentas de lo que me queda de sueldo a día quince.(Hay misterios que es preferible no desvelar)
- Desclavar mi “listón” y volverlo a colocar quince centímetros por debajo. (Para que pueda saltarlo algún hombre interesante)
- Es de tontos rechazar un libro porque el título y la portada sean horribles. (Aplíquese en toda su extensión)
- Si sigo cruzando la calle con el semáforo en rojo cuando “no viene nadie”, acabará pillándome “el carrico del helao” cuando me despiste.
- No hay que echar margaritas a los cerdos. Nunca. Ni en los momentos de mayor desesperación.
- No debo creerme los halagos a pies juntillas. Bueno, algunos sí.
- Poner todos los huevos en el mismo cesto tiene siempre el mismo y seguro final.
Ahora os toca a vosotros, que no voy a ser la única que se “desnude” en este blog. Tenemos un largo fin de semana por delante, con campanadas y uvas de por medio. Si lo celebramos que sea sin olvidar a todos aquellos que no pueden hacerlo porque tienen menos suerte que nosotros.
Feliz salida y entrada de año con mi agradecimiento por estar ahí y aquí dentro y de paso, permitir que yo ocupe este pequeño espacio en vuestras vidas.
Amores.
http://blogs.diariovasco.com/apartirdelos50
LaAlquimista
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