jueves, 25 de marzo de 2021

Familia y parientes

 

Familia y parientes

2

 

Siempre había pensado que el concepto que ampara estos dos vocablos era similar cuando no idéntico. Mis parientes son los abuelos, padres, hermanos, maridos, hijos y nietos. Y por extensión, primos, sobrinos, cuñados, suegros y hasta el perro y los gatos de mis hijas, que si te olvidas de alguno luego las susceptibilidades son el plato fuerte del menú del día. Sin embargo, empiezo a tener mis dudas ya que hay un discurso (ajeno, de momento) que me está haciendo reflexionar más de la cuenta.

Se lo escuché hace poco a un famoso actor en un documental y también a un amigo con quien hablo de lo divino y de lo humano: que hay “dos tipos de familia”, por un lado de la que formas parte o la que tú has formado, y por el otro esas otras personas con las que, sin haber lazos de sangre ni legales, uno ELIGE para que sean su “familia” al margen de la “oficial”.

Me lío con tanta sutileza y acepciones alternativas ya que siempre he sido amante de decirle al pan, pan y al vino, vino. Aunque estemos acostumbrados a hablar de, por ejemplo, una amiga “como si fuera mi hermana” y puede resultar que te llevas a matar con la hermana que está inscrita en el mismo Libro de Familia que tú. También se dice mucho eso de: “le quería como a un hijo”, pero ni lo habías parido ni adoptado y con el hijo biológico real y contundente llevabas sin hablar varios años por diversos desencuentros.

Por un lado nos hemos acostumbrado a ensalzar a la FAMILIA y por el otro la denostamos cuando nos ha tocado las narices la parentela. O somos o no somos, y me pregunto por qué esa necesidad de buscar sustitutos, paliativos o remedos de lo que desearíamos fuera de una manera distinta a como es en realidad.

No conozco a ninguna familia o parentela en la que sea fecunda la armonía, el cariño, el respeto y la consideración. Son virtudes que fluctúan según las circunstancias; unas veces a la baja y otras por todo lo alto según haya bueno o mal rollo entre los diversos personajes. Egoísmo, envidia y celos son ingredientes que nunca han faltado en este pastel en el que todos hincan el diente procurando comerse un trozo más grande que el de al lado.

Por eso queremos escapar –y muchos lo consiguen- de esos lazos que pueden convertirse en nudos marineros y apretar demasiado en el momento menos conveniente. Por eso se oye tanto eso de: “mi familia de verdad son mis amigos” y a mí me chirría muchísimo porque es como querer renegar de la luz del sol –que quema además de dar la vida – o de la lluvia –que anega la tierra a la par que hace crecer las lechugas-.

No vale hacerse trampas a uno mismo cambiando el nombre de las cosas y la esencia de los conceptos. Tus amigos los eliges tú y la familia te viene impuesta. Y hay que lidiar con ello sin ases en la manga. Los amigos vienen y van al ritmo de la música cuando los queremos como pareja de baile y la familia te la comes con patatas…excepto que pases olímpicamente de ella. Como hacen tantas personas y allá ellas con sus decisiones y las consecuencias de esas decisiones.

Mi familia ha ido menguando con el paso (natural) de los años. Fallecieron mis abuelos, mis padres y mis tíos. Ahora está en vanguardia la siguiente compañía: las hermanas (teóricamente yo la primera puesto que nací antes), cada una de ellas con su particular “arbusto genealógico” de hijos (sobrinos), maridos (cuñados) y nietos (sobrinos nietos). No hay más cera que la que arde y no quiero que nadie me líe con las palabras puesto que tampoco yo me quedo manca utilizándolas.

Como salvedad estarían los llamados “parientes políticos” que forman parte de SU familia de origen puesto que si hay un divorcio de por medio todo se viene abajo y ya no hay “títulos que valgan” porque entonces parientes o familiares en segundo grado van todos de cabeza al saco de los “ex”.

Si no te gusta tu familia, te aguantas. Una verdad como un piano y no intentes cambiarla porque acabarás comiendo pastillas. Y si quieres otra mejor…¡Fórmala tú y ten hijos y esas cosas! Los amigos me los pone en cuenta aparte y envueltos en papel de regalo, por favor, que son para llevar…

Felices los felices. (A pesar de la familia)

LaAlquimista

También puedes seguir la página de Facebook:

https://www.facebook.com/apartirdelos50/

Por si alguien desea contactar:

apartirdeloscincuenta@gmail.com

 

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario