Día 25.- (15 de Julio)
Irresponsabilidad individual.-
En el tablón de anuncios de la
comunidad han plantificado sendos carteles avisando de las normas y reglas que
hay que seguir por aquello del coronavirus. Que si no más de 5 en la piscina y
14 en total en todo el jardín. Que si prohibidas las fiestukis y más prohibido
todavía invitar a amiguetes de fuera: todo tiene que quedar en el reducto
estrictamente familiar porque SI NO SE CUMPLEN ESTAS NORMAS, los propietarios y
la administración de la finca quedan exentos de cualquier responsabilidad civil
derivada de denuncias por no cumplirse la normativa del BOE. A ver si lo
entiendo: de lo que se trata no es de evitar contagios, sino evitar demandas en
los juzgados. Pues muy bien, a ver si con ese nuevo miedo a la gente se le
ensanchan esos dos dedos de frente que parece que se exigen para andar por la
vida. Tengo suerte y la aprovecho. Estoy confinada pero no lo parece apenas.
Voy a hacer la compra cuando abren el hiper y no estamos más que los
reponedores y cuatro despistados como yo. Lo de la playa y los baños matutinos
ya lo he contado hasta el aburrimiento; el jardín lo disfruto en soledad cuando
todo quisque está en la playa y el resto del tiempo en la terraza del
apartamento alternativo en el que estoy. Al pueblo no voy ni atada, no sé si
resistiría dejar de llamar la atención a esos “listillos” que llevan la
mascarilla por DEBAJO de la nariz. ¡Pero cómo se puede ser tan irresponsable además
de tan TONTO! ¿Eremita estival? O responsabilidad individual se le puede llamar
que es lo que se está pidiendo y parece que se refieren a la responsabilidad
“de los demás”. Me río por no llorar. Estoy pintando bastante y eso me hace
feliz porque puedo hacerlo al aire libre. Aire y más aire. Cuando vuelva a
Donosti para respirarlo a gusto tendré que agarrar el coche y subir monte o
alejarme varios kilómetros del asfalto. Las playas en medio de la ciudad me dan
repelús por el gentío. ¿Será posible que una ñoñostiarra como yo lleve sin
pisar La Concha casi veinte años? Pero no debo pensar en el futuro de dentro de
dos semanas…de momento, carpe diem y a seguir cruzando los dedos por formar
parte de esos “felices los felices”. Fotografía: la playa, el cielo y el mar
esta mañana.
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