viernes, 26 de junio de 2020

BITÁCORA ESTIVAL Día 4

BITÁCORA ESTIVAL.-
Dia 4
Vaya nochecita que me han dado los adoradores de la nit de Sant Joan con los malditos petardos hasta la amanecida…que no entenderé jamás el orgasmo que produce la pólvora trepidante y el susto entre las piernas, pero en fin… Así que he bajado a la playa un poco atontada y un bastante más cabreada para mi paseo matinal y me he encontrado con la arena llena de mierda petardil. Sin comentarios. Para aliviarme el ánimo hoy he caminado más deprisa y cuando ya no sentía las piernas me he tirado al agua fría de las nueve de la mañana. Observación y pregunta al aire: ¿por qué hay gente que pasea en traje de baño por la orilla del mar con la mascarilla puesta cuando no hay más seres vivos que las gaviotas y ellos mismos? Que me lo expliquen, por favor. Cuando he vuelto a casa, al filo de las once, el cuerpo me ha pedido un café caliente y un croissant a la plancha y no seré yo quien le niegue (al cuerpo mío) ningún placer. Como era de prever, me ha entrado una modorra de campeonato y la he aliviado en el sofá haciendo “la siesta del gato”. ¡Qué pasada, por favor! Día de Sant Joan, ideal para comer con mis amigos Mila y Fermín –hermana y cuñado de mi querido y fallecido Jesús Campaña, mi amigo/vecino de mi otro mar. Una “pasta de marisco” indescriptible en Zia María, qué locura, lo que ha caído como entrantes y postre y dos botellas de blanco de la tierra hecho con esas uvas de nombre alemán que afrutan el vino. El brindis por el que ya no está y por los que quedamos para recordarle. La tarde invita a un paseo bajo los pinos, pero hay demasiada gente, hoy es festivo en Catalunya, mejor me vuelvo a casa que sigo con mi pequeño homenaje al escritor que nos ha dejado estos días; releo “La sombra del viento” de Carlos Ruiz Zafón con un gintonic de Gvine a la mano…para rematar la digestión- binomio perfecto. Hoy no ceno porque mi estómago no da para tanto, pero culmino el día con un par de capítulos de “The sinner”. Y con una videolladamada por Instagram con mis adoradas y casi siempre adorables Xixi Li y Amanda Oh ¿Mañana? Ni idea, oiga, me encantan las sorpresas. Felices los felices.


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