domingo, 29 de diciembre de 2013

Aprovechar la Navidad para ser coherentes

Crecimiento personal. “Aprovechar la Navidad para ser coherentes”

2013 DICIEMBRE 20
por Cecilia Casado

Estamos a veinte de Diciembre y la gente ya lleva un par de semanas empezando a sufrir con anticipación ante la perspectiva de unas fiestas navideñas no de su agrado. Ya se oyen, por aquí y por allá, voces nada comedidas con la queja de todo lo malo que les va a ocurrir en el transcurso de esas cuchipandas familiares a las que, desagradecidos ellos por tener familia, irán obligados, de mal humor y con toda la hipocresía del mundo a cuestas.

Es éste –para quien así se sienta- el “momento de oro” para poner las cosas en su sitio. Una oportunidad que sólo se da una vez al año para dejar de hacer el paripé y, sobre todo, para regalarse un poco de coherencia y dar un pequeño pasito en pos de esa “realización personal” que, mal que bien, casi todos vamos persiguiendo aunque le llamemos de otra manera.

La pregunta del millón no es más que una y sólo una. “¿Quiero REALMENTE hacer esto?” Y no hay más cera que la que arde, porque si la respuesta es “NO”, pero le añadimos un “Pero…” ya estamos haciendo trampa y engañándonos a nosotros mismos.

Quiero decir que se puede correr el riesgo de tergiversar la propia expresión de nuestra VOLUNTAD –a la cual tenemos todo el derecho del mundo a respetar- aduciendo que…”es que lo hago por los niños…o por mi padre o por…quien sea”. Creemos que la verdadera satisfacción es hacer felices a otras personas porque se nos ha metido en la cabeza que “esas otras personas” lo necesitan. Igual deberíamos preguntar y sorprendernos ante la respuesta…

Uno no es mejor persona por el hecho de aceptar los deseos de los demás por encima de los nuestros propios. Ni es sano ni lo aconsejan en ninguna parte. Excepto quienes predican un amor desinteresado y sublime en fechas manipuladas en el calendario y… ¿el resto del año? Pues poco, casi nada o nada en absoluto.

¡Cuánto más saludable y más honesto expresar con libertad el propio deseo y hacer valer la voluntad de NO SER HIPOCRITA!

Y no hace falta sacar ampollas, ni decir palabras que duelan; tan sólo ser sincero, expresar lo que en el fondo se siente, con humildad pero con asertividad.

Algo así como: -“Mira, tú ya sabes que cuando nos juntamos todos salen muchas asperezas, así que he pensado que este año podíamos probar a hacerlo diferente. Sin acritud de ningún tipo…¿Qué te parece si cada uno pasa las fiestas en su casa?” . Y aquí paz y después gloria.

Así que cuando alguien venga a intentar desahogarse en mi hombro con sus cuitas navideñas…le apartaré con mucho cariño, le ofreceré una de mis mejores sonrisas y le preguntaré: “¿Cómo vas a pasar las navidades, bien o en familia?”. Y espero que me acepten el chiste.

Es que resulta un poco extraño llenarse la boca con ideas y conceptos aparentemente válidos o perfectos y en los actos concederse “manga ancha”. El “haz lo que yo digo y no lo que yo hago” debería estar pasado de moda; porque hay que tener la valentía de dar la espalda a la hipocresía –en cualquier época del año- y , en estas u otras fechas, reunirse UNICAMENTE con aquellas personas con las que nos une el cariño, el respeto y las ganas de compartir.

Los que sean cristianos pueden celebrar el nacimiento de Cristo. Los que estén amorosamente unidos a sus familias que compartan el pan y la sal. Y los que no sean ni lo uno ni tengan lo otro que recuerden siempre que el auténtico amor está dentro de uno mismo y es buena compañía la propia para celebrar la vida y el amor. Un binomio que funciona en cualquier época del año.

La vie est belle!

LaAlquimista

Por si alguien desea contactar:

apartirdeloscincuenta@gmail.com

 

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