lunes, 30 de diciembre de 2013

¿He cumplido mis deseos de 2013?

 

He rescatado del archivo correspondiente el post que publiqué ahora hace un año, dando la bienvenida al que ya se agota. Hago un “corta y pega”:

—————————————————————————————————————–
Deseos para el año 2013
“Deseo ser justa conmigo misma, no castigándome en exceso ni premiándome cuando no me lo merezco.
- Que no me huya el respeto a mi propia dignidad.
- Que mis oídos escuchen lo que me tengo que decir.
- Que mis ojos vean lo que necesito ver.
- Que mis manos no se cansen de acariciar.
- Que mi boca aprecie los dones recibidos.
- Deseo que mi cuerpo siga hablando con mi mente
- Que mi mente esté atenta a las llamadas de mi espíritu
- Que mi espíritu haga buenas migas con mi cuerpo
- Que no se vayan antes que yo mis seres amados
- Que el dolor que me llegue no se convierta en sufrimiento
- Que la luz que brilla en mi interior se transforme y no se apague   nunca.”
———————————————————————————————

¿Qué puedo decir sobre el trabajo realizado, el esfuerzo invertido y los fallos que he cometido? Repaso uno a uno –una y otra vez- los doce puntos deseados y siento que volvería a hacer la misma lista de deseos en estos momentos, que no han aparecido nuevas inquietudes, ni penas, ni males, ni angustias que modifiquen mi sentir. ¿Me he castigado en exceso haciéndome duras críticas por mi forma de ser como era mi costumbre? ¿He hecho trampa colando por la “manga ancha” lo que no terminaba de agradarme?

Por encima de cualquier otra consideración, -que no por ello menos importante- este año que termina ha supuesto un paso adelante en el conocimiento de mí misma; he hurgado en mis orígenes, he puesto sobre la mesa los estratos de mi personalidad y realizado una exhaustiva y a veces dolorosa limpieza interior. Poco a poco siento que estoy más a gusto conmigo misma, con el lugar que ocupo en la órbita de mi entorno relacional y que me acerco cautelosa e inevitablemente a la linde del sendero que lleva al tan ansiado reino de:”No importa qué piensen los demás”.

Este año que termina he cumplido sesenta de vida. ¡Se dice pronto! ¡Oficialmente soy una “adulta mayor”! Y dentro de nada me llamarán “vieja” con pleno conocimiento de causa aunque se me pongan los pelos tiesos de la sorpresa indeseada… En realidad, no da lo mismo tener una edad que otra, faltaría más, cuánto más hay por detrás menos queda por delante y la vida es bella (¿lo he dicho alguna vez?) digan lo que digan los agoreros instalados en sus depresiones y cinismos varios. A mí no me interesa ese tipo de vida sino esta otra que he elegido llevar con plena libertad y sin coacciones por parte de nadie.

¿Qué deseos tengo para el año 2014? En realidad serían los mismos que los que me han acicateado el año 2013, sólo que tengo que afinar un poco más –siempre un paso más- en conseguir que mi paz interior deje de ser vulnerable a estímulos externos indeseados y/o incomprensibles.

Porque seguirá habiendo gente que no me quiera, algunos incluso que me deseen algún mal, y ante esa inevitabilidad que de mí no depende, no puedo hacer otra cosa que buscar en mi interior el espacio silencioso desde el que no se escuchen las voces irritantes e irme a pasar ahí dentro temporaditas de descanso cuando sea menester.

¿Me falta algo que necesito para ser feliz? Pues la verdad es que…NO. O por lo menos no me falta nada que me tenga que venir desde afuera, ya pasó el tiempo de buscar en el lugar equivocado, ya acabaron afanes por tener y no queda más que el sencillo afán de SER.

Y como decía el Maestro al Pequeño Saltamontes:

-“¿Vivir? Es fácil si lo haces fácil y difícil si lo haces difícil.

En fin.

Que os siga viendo por aquí doce meses más por lo menos…

Mucho amor y más bendiciones para todos.

LaAlquimista

 

Por si alguien desea contactar:

apartirdeloscincuenta@gmail.com

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario