sábado, 5 de abril de 2014

Soy una mujer muy verde

 
Desde pequeña me llamaba la atención que a la gente le importara tanto saber cuál era tu color favorito hasta que me di cuenta de que había una relación entre el color elegido y la reacción que esa respuesta iba a provocar en el interlocutor. Es decir, que si contestaba –por provocar- “el negro”, se pensaban que era una chica negativa con una más que incipiente mente retorcida así que mi respuesta aprendida era “el blanco” y ya todos pensaban que era un angelito del señor. Con el paso del tiempo me di cuenta de que esa pregunta se seguía –y se sigue- haciendo pero con connotaciones superficiales o referidas a la moda en el vestir o en la decoración. Así que ya puedo decir con la voz bien alta que mi color favorito es el verde sin que nadie me saque chistes.

o El verde es el color de la naturaleza por excelencia, representa armonía, crecimiento, exuberancia, fertilidad y frescura. Tiene una fuerte relación a nivel emocional con la seguridad, siendo el color más relajante para el ojo humano y pudiendo ayudar a mejorar la vista. Además el verde oliva es el color de la paz. ¡Ahora me explico yo la tendencia natural que me atrae hacia los espacios boscosos!

Parece ser que esto de los colores es más importante de lo que nos imaginamos, que su interpretación psicológica no es baladí y que sesudos cerebros echan humo cada temporada para vender productos estudiadamente envueltos en diversos colores según quieran provocar un deseo u otro, desatar una necesidad o su contraria o, en definitiva, manipular esa parte del inconsciente cuyo funcionamiento se nos escapa si no nos paramos a reflexionar.

Por eso se vende ropa blanca, color que denota pureza, inocencia, paz, simpleza, verdad, espiritualidad y luz. Este color refleja unidad con las fuerzas divinas siendo la síntesis de todos los colores. El negro representa el poder, la elegancia, la formalidad, la muerte y el misterio. Y autoridad, fortaleza e intransigencia; también se asocia al prestigio y la seriedad.

Las fotografías del aura de una persona –envuelta en colores radiantes- dan una idea muy precisa del estado de ánimo y de las emociones y sentimientos que embargan al individuo en esos momentos. Utilizar un espectofotómetro es una experiencia más que interesante y muy enriquecedora por las conclusiones a que puede llevar.

Así que puedo afirmar que soy una mujer muy verde; en todos los sentidos.

En fin.

http://blogs.diariovasco.com/apartirdelos50

LaAlquimista

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