sábado, 17 de octubre de 2015

Los amigos, ese tesoro.


 

Dicen que a partir de cierta edad ya no se hacen nuevas –y buenas- amistades; que éstas se fraguan en una etapa determinada de la vida –la del desarrollo- y cuando la persona ha alcanzado la madurez, es muy difícil o dificilísimo incorporar nuevas personas amigas al carro de la existencia. Y lo argumentan basándose en que hacen falta raíces comunes, experiencias vitales compartidas e idénticos afanes.

Pues ya lo pueden escribir sesudos autores en sus sesudos libros o decir los locutores del telediario, pero esta es otra de las falacias que todo el mundo repite (y se cree) sin haber probado la experiencia.

La amistad, exactamente igual que el amor, está fuera del tiempo. La emoción de experimentar atracción o afinidad hacia otra persona no tiene fecha de caducidad, antes bien, con el paso del tiempo y observando dónde pudieron quedarse los “buenos amigos de toda la vida” –que han desaparecido como tragados por la tierra-, llegaría un momento, más o menos alrededor de los cuarenta, en que si no hiciéramos nuevas amistades, se nos quedaría el contador a cero. O casi.

De la misma manera que no cejamos en la búsqueda del amor en nuestra vida y, aunque la experiencia nos resulte frustrante a veces y desilusionante otras tantas, también deberíamos permitirnos desear hacer nuevas amistades que nos alegren el corazón y acompañen en el camino. Compruebo con desagradable sorpresa que personas adultas –muy adultas- se “niegan” a hacer nuevas amistades amparándose en el prejuicio del párrafo primero.

Y yo les digo y les cuento y les explico y les muestro. Y me miran, me escuchan y me contestan siempre lo mismo: “ya, pero es que tú eres así y yo soy de otra manera”. Pues eso. Que al final no se trata de si la amistad puede funcionar o no a partir de determinada edad, sino que somos NOSOTROS los que elegimos comportarnos así.

Y desde aquí un beso con amor a la amiga que me soporta desde hace cuarenta años, -¡que ésa sí que tiene mérito…!- y mi abrazo agradecido a todas las nuevas amigas y amigos que he ido haciendo por el camino… ¿qué sería de mí sin ellos?

En fin.

LaAlquimista

Por si alguien quiere contactar:




1 comentario:

  1. QUÉ VERDADERO. ¡¡¡¡¡VIVAN LAS AMIGOS NUEVOS Y CON SOLERA!!!! SON DE LO MEJOR DE LA VIDA.

    ResponderEliminar