viernes, 9 de enero de 2015

Diálogo sesudo entre besugos



 

 
Sin necesidad de recurrir al humor surrealista se dan en el día a día conversaciones que quieren ser sesudas y acaban dejándote la sensación de haber hablado como si te hubieras fumado un porro – o dos- en ayunas.

 
Conversación telefónica con una amiga.-
 
-Chica, qué bien vives, todo el año viajando ¡qué envidia me das!

- ¿Envidia? Pero si tú tienes mucho más dinero que yo…!viaja tú también!

-Ay, qué más quisiera yo, pero no puedo…

- ¿Por qué no puedes? ¡Si estás jubilada!

-Ya, ya, pero ya sabes, el marido, los hijos, los nietos, la casa…

-Oye, que yo también tengo familia y casa…

-Mmm…sí, es verdad, pero es que…pero es que…!Tú PUEDES y yo no!

 

Tomando café con un “sufridor”.-

 - Estoy harto, de verdad, todo el mundo me da la vara y me agobia…

- Hombre, no será para tanto…

- ¿Que no? En cuanto entro por la puerta ya me tengo que preocupar de todo porque si no…

- Bueno, igual es porque tú eres de esos que lo quieres controlar todo…

- ¡A ver! Que si no hago yo las cosas todo se queda manga por hombro!

- Tienes razón, chico, qué agobio de vida la tuya…

 

El familiar quejica.-
 
-         ¡Ay, que nunca me vienes a ver…!

-         ¿Cómo que no? ¿Y ahora que estoy aquí, qué soy pues, un fantasma?

-         Ya, ya, pero no vienes tanto como a mí me gustaría…

-         ¡Pero si antes venía casi todos los días y no me hacías ni puñetero caso!

-         ¡Ay, que nunca me vienes a ver…!

 
La esposa infeliz.-

-         ¡Que no aguanto más a mi marido!

-         Pues chica, llevas quejándote los últimos diez años…

-         Por eso me quejo, porque no lo aguanto…

-         ¿Y qué quieres? ¿Que se muera?

-         …… Bueno, eso lo has dicho tú, que conste.

 
Y es que hay dos realidades: la que ES y la que nosotros nos fabricamos.

En fin.

LaAlquimista

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