Sin necesidad de recurrir al humor surrealista se dan en el día a día conversaciones que quieren ser sesudas y acaban dejándote la sensación de haber hablado como si te hubieras fumado un porro – o dos- en ayunas.
Conversación telefónica con una amiga.-
-Chica, qué bien vives, todo el año viajando ¡qué envidia me das!
- ¿Envidia? Pero si tú tienes mucho más dinero que yo…!viaja tú también!
-Ay, qué más quisiera yo, pero no puedo…
- ¿Por qué no puedes? ¡Si estás jubilada!
-Ya, ya, pero ya sabes, el marido, los hijos, los nietos, la casa…
-Oye, que yo también tengo familia y casa…
-Mmm…sí, es verdad, pero es que…pero es que…!Tú PUEDES y yo no!
Tomando café con un “sufridor”.-
- Hombre, no será para tanto…
- ¿Que no? En cuanto entro por la puerta ya me tengo que preocupar de todo porque si no…
- Bueno, igual es porque tú eres de esos que lo quieres controlar todo…
- ¡A ver! Que si no hago yo las cosas todo se queda manga por hombro!
- Tienes razón, chico, qué agobio de vida la tuya…
El familiar quejica.-
- ¡Ay, que nunca me vienes a ver…!
- ¿Cómo que no? ¿Y ahora que estoy aquí, qué soy pues, un fantasma?
- Ya, ya, pero no vienes tanto como a mí me gustaría…
- ¡Pero si antes venía casi todos los días y no me hacías ni puñetero caso!
- ¡Ay, que nunca me vienes a ver…!
La esposa infeliz.-
- ¡Que no aguanto más a mi marido!
- Pues chica, llevas quejándote los últimos diez años…
- Por eso me quejo, porque no lo aguanto…
- ¿Y qué quieres? ¿Que se muera?
- …… Bueno, eso lo has dicho tú, que conste.
En fin.
LaAlquimista
Por si alguien desea contactar:
No hay comentarios:
Publicar un comentario