domingo, 27 de julio de 2014

"Here comes the Sun"







Es pronto por la mañana. A pesar de haberle quitado las pilas a mi despertador biológico sigue funcionando: las siete menos veinte y sereno. Levanto la persiana y abro la ventana; la mejor manera de dar la bienvenida al nuevo día es permitirle la entrada con los brazos abiertos –como se recibe a los buenos amigos- con una taza de té caliente –Earl Grey siempre-y arrebujada todavía entre las sábanas.

El mundo está convulso, la gente infeliz. Además de las guerras lejanas está el conflicto interno en una Europa que sigue poniéndose la zancadilla. Y eso sin contar con el tufo a alcantarilla que se ha destapado estos últimos tiempos en el propio país; porque ladrón no es el que roba, sino al que le pillan… y es larga la cola de desenmascarados adeptos al latrocinio inmisericorde que, como reyezuelos miserables de algún país oscuro y corrupto, han instaurado el modelo en lo que otrora fuera una sociedad del bienestar para dejarla convertida en puro y duro malestar.

Pero no quiero hablar de política, ni siquiera del descalabro social que os invade. Queda a la conciencia de cada uno el parloteo del “pepitogrillo” que seguramente muchos llevamos todavía dentro, como recuerdo de otros tiempos en los que se sonreía hablando de valores humanos, de utopía, de solidaridad, de amor al prójimo como a uno mismo. Ahora, si acaso, una sonrisa torcida y desangelada.

De lo que quiero hablar hoy es de pequeñas lucecitas internas que nos ayudan a no perder el camino, de esos reflejos de otros tiempos, otras ilusiones, otros esfuerzos que nos sorprenden en una mañana gris con el recuerdo de lo que fuimos alguna vez: jóvenes luchando por un mundo mejor. Ahora, me temo, no somos más que adultos (o personas mayores) luchando por nada y dejando que el mundo sea cada vez peor.

Hace dos años el movimiento 15-M hizo nacer un atisbo de esperanza en esta sociedad malhadada y corrupta, desilusionada y casposa. Pero también propició mofa y befa, escarnio y desprecio en los bienpensantes o“cristianos viejos” del cotarro, incluso en profesionales desencantados que nunca están de acuerdo con nada y siempre lo están criticando todo. El Movimiento 15-M trajo un rayo de esperanza a una juventud que llevaba ya varios años viviendo en la penumbra gracias a que sus mayores (nosotros) habíamos dejado que las luces fueran tan pobres como aquellas bombillas de 25 watios de la postguerra. Con el rayo de esperanza llegó el sarcasmo y los perroflautas, las burlas hacia los esperanzados, la ironía inmisericorde cuando no la burla declarada.

Las revoluciones llevan su tiempo; son gestaciones lentas y pesadas y que también pueden ser como “los ojos del Guadiana”… ¡Pobre del que las olvide o las ignore!

(Espacio para la sonrisa benévola o el gesto conmiserativo y perdonavidas)

Miro de nuevo por la ventana y los árboles del monte cercano me saludan con un bello reflejo. “Here comes the sun”, aquí está el sol, ya está llegando a mi vida, a la tuya, a la de todos…

Es nuestra elección darle la bienvenida después del frío invierno; un tiempo en el que hemos estado atemorizados y puede que faltos de ilusión, unos meses grises, plagados de malas noticias, de descalabros, de desesperanza… “Here comes the sun”, como cada día…!apreciémoslo hoy! Y hagamos los coros… porque alegrar el corazón no depende más que de nosotros y de las ganas que tengamos de seguir viviendo, de afrontar un nuevo reto, de volver a amar… sin miedo.

En fin.

La vie est belle!

LaAlquimista


“Here comes the sun”

The Beatles

Por si alguien desea contactar:

apartirdeloscincuenta@gmail.com

http://blogs.diariovasco.com/apartirdelos50

Escrito en Julio 2013

No hay comentarios:

Publicar un comentario