jueves, 16 de julio de 2020

BITÁCORA ESTIVAL. Irresponsabilidad individual


Día 25.- (15 de Julio) Irresponsabilidad individual.-
En el tablón de anuncios de la comunidad han plantificado sendos carteles avisando de las normas y reglas que hay que seguir por aquello del coronavirus. Que si no más de 5 en la piscina y 14 en total en todo el jardín. Que si prohibidas las fiestukis y más prohibido todavía invitar a amiguetes de fuera: todo tiene que quedar en el reducto estrictamente familiar porque SI NO SE CUMPLEN ESTAS NORMAS, los propietarios y la administración de la finca quedan exentos de cualquier responsabilidad civil derivada de denuncias por no cumplirse la normativa del BOE. A ver si lo entiendo: de lo que se trata no es de evitar contagios, sino evitar demandas en los juzgados. Pues muy bien, a ver si con ese nuevo miedo a la gente se le ensanchan esos dos dedos de frente que parece que se exigen para andar por la vida. Tengo suerte y la aprovecho. Estoy confinada pero no lo parece apenas. Voy a hacer la compra cuando abren el hiper y no estamos más que los reponedores y cuatro despistados como yo. Lo de la playa y los baños matutinos ya lo he contado hasta el aburrimiento; el jardín lo disfruto en soledad cuando todo quisque está en la playa y el resto del tiempo en la terraza del apartamento alternativo en el que estoy. Al pueblo no voy ni atada, no sé si resistiría dejar de llamar la atención a esos “listillos” que llevan la mascarilla por DEBAJO de la nariz. ¡Pero cómo se puede ser tan irresponsable además de tan TONTO! ¿Eremita estival? O responsabilidad individual se le puede llamar que es lo que se está pidiendo y parece que se refieren a la responsabilidad “de los demás”. Me río por no llorar. Estoy pintando bastante y eso me hace feliz porque puedo hacerlo al aire libre. Aire y más aire. Cuando vuelva a Donosti para respirarlo a gusto tendré que agarrar el coche y subir monte o alejarme varios kilómetros del asfalto. Las playas en medio de la ciudad me dan repelús por el gentío. ¿Será posible que una ñoñostiarra como yo lleve sin pisar La Concha casi veinte años? Pero no debo pensar en el futuro de dentro de dos semanas…de momento, carpe diem y a seguir cruzando los dedos por formar parte de esos “felices los felices”. Fotografía: la playa, el cielo y el mar esta mañana.

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