martes, 16 de septiembre de 2014

Lo que un padre no quiere oir

Mira papá, si yo te pregunto qué te pasa y me dices que estás triste eso ya lo sé yo que para eso vivimos en la misma casa, pero cuando te pregunto porqué entonces te callas y suspiras y dices que son cosas tuyas y te cierras como una ostra y como no soy tonta y tengo oídos para oir y ojos para ver me doy cuenta perfectamente de lo que os pasa a mamá y a ti, lo que pasa es que con mamá suelo hablar mucho más que contigo porque ella está en casa, siempre ha estado en casa todo el tiempo que tú pasabas trabajando fuera y como que es mucho más lógico que haya más confianza con ella, además para eso somos mujeres, ¿no?. Ella nunca me habla mal de ti ni despotrica ni monta pollos como sueles hacer tú –perdona que te lo diga pero de unos años a esta parte se te ha agriado el carácter y estás de un refunfuñón que da asco- tan sólo me dice que os casasteis muy enamorados, muchísimo, que la felicidad duró muchos años, hasta que fuimos casi mayores, ayer mismo como quien dice y que todo empezó a cambiar con el cansancio, con la salud deteriorándose, con los achaques tuyos y el tumor que a ella le extirparon del pecho, cuando fue demasiado cansado darle la vuelta a lo que os pasaba, que fueron años cuidando a la amona, acuérdate, que a mamá se le quedó la tendinitis de por vida de tanto empujar la silla de ruedas y a fin de cuentas era tu madre no la de ella, aunque mamá dice que da lo mismo que las cosas que hay que hacer se hacen y punto pelota, pero me parece que has considerado suficiente con traer dinero a casa, que ojo, bien que nos ha gustado a todos y a mí la primera lo reconozco pero ahora yo os veo tan tristes y alejados a los dos y cuando mamá te espolea y te dice, venga, hombre, haz algo aparte de trabajar, trabajar, trabajar… y ella llora y se da cuenta de que todo se le ha ido al traste y lo peor de todo, papá lo peor de todo es que me dice, a ti también te pasará esto, hija mía, a todos nos pasa, el amor se acaba y queda el cariño, el aguante, la paciencia, la comodidad, la costumbre… Y yo no pienso dejar que eso que os ha pasado a vosotros me pase a mí, mira fui yo misma la que le dije a mamá que se separara que todavía podía disfrutar de muchos años de vida feliz, aunque fuera sola, papá que ella ni siquiera tiene 55 años todavía, que yo veo muchísimas mujeres de su edad que están en la cresta de la ola, vamos como la Lomana no, pero casi. Te escribo esta carta porque no me atrevo a decírtelo a la cara, con el genio que tienes, cualquiera se atreve, pero si a ti te pasa también lo mismo pues porqué no llegáis a un acuerdo y os separáis? Sería lo mejor para todos, no os íbamos a dejar de querer, bien lo sabes, ni íbamos a montar ninguna bronca, tan solo queremos lo mejor para vosotros que para eso sois nuestros padres y estáis sufriendo y nos hacéis sufrir también a nosotros de rebote… Piénsatelo, papá, no es tan grave aprender a planchar o a cocinar y siempre podrías contratar a otra criada… Te quiero papá a pesar de todo.”


http://blogs.diariovasco.com/apartirdelos50

LaAlquimista
(Foto sacada de Internet)

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