martes, 25 de febrero de 2014

La soledad en medio de la multitud




El ser humano es gregario por naturaleza, es decir, que tiende a unirse a sus congéneres por aquello de que en grupo se pueden hacer más cosas que en solitario. Como ir a cazar mamuts y todo eso. La sociedad funciona a base de grupos y el que se queda fuera pues es un desclasado. Y si la familia se disgrega o tus amigos se mueren ya no cuentas en ninguna estadística.

Me llama muchísimo la atención comprobar cómo por las mañanas puedo cruzarme en la ciudad con una cantidad considerable de personas que van sin compañía; mujeres y hombres proporcionándose su ración diaria de ejercicio, paseantes solitarios con o sin perro y toallas individuales en los días de playa. Y me llama la atención en contraposición con lo que observo a media tarde, al comienzo de la noche en medio de las fiestas veraniegas.

Pareciera entonces que una ley tácita prohíbe la circulación de personas solas, que hombres y mujeres recurren al derecho del libro de familia, al carné de amigas de toda la vida o al novio colgando del brazo. O sea, que si no tienes con quien salir, mejor no salgas. Porque yo no veo a nadie que vaya solo. Y si es mujer pues mucho menos.

Las terrazas repletas, los restaurantes y bares también, una multitud emparejada, en familia o en grupo abundante. La ciudad sucumbe a una marea humana dividida en miles de grupúsculos, de parejitas, de amigos, amantes, vecinos, compañeros de trabajo y familias al completo.

¿Dónde se meten los solitarios? ¿Con quién va a ver los fuegos artificiales quien no tiene familia cercana, aquellos a los que se les han ido los amigos de vacaciones, los que están más solos que la una?
Porque los hay y en cantidad y he llegado a una conclusión: se quedan en casa, encerrados, soportando la soledad en un sofá con un televisor o un libro, mirando al calendario y porfiando porque acaben lo antes posible las fiestas, los fuegos, los toros, los helados, los bailes y los conciertos. Todo aquello que les hace sentir como algo terrible su soledad en medio de la multitud.

Que no nos pase.

En fin.

LaAlquimista

http://blogs.diariovasco.com/apartirdelos50/

Por si alguien desea contactar:
apartirdeloscincuenta@gmail.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario