martes, 11 de marzo de 2014

11-M Diez años después



El tiempo pasa rápido, veloz incluso para el olvido, pero desesperadamente lento para quienes hoy, hace diez años, vieron desaparecer de su horizonte vital los sueños de un ser amado.

Es tan sólo el duelo íntimo y privado, el que revienta un corazón sin que nadie se aperciba por fuera, es tan sólo el dolor que araña la carne cada día transcurrido desde el 11 de Marzo de 2004 el que hay que tener en cuenta.

Hoy, triste efeméride, gobierno e instituciones, líderes y politicastros, próceres y sus señoras guardarán un simbólico minuto de silencio que en poco o nada aliviará las penas.

Los que llevamos la memoria a cuestas debemos transmitir la Historia, contar lo sucedido a quienes hace diez años eran demasiado jóvenes, demasiado niños, demasiado inocentes para comprender el alcance de lo ocurrido. La barbarie, la tragedia, la manipulación, la vergüenza.

Casi todos tenemos cerca a alguien que podría preguntarnos:

-¿Qué pasó el 11-M?

 ¿Sabremos responder con serenidad? ¿Querremos tan siquiera reflexionar sobre ello?

Ya seguramente todas las cadenas televisivas se habrán atrevido a revivir imágenes, reabrir heridas nunca restañadas; como discutiendo quiénes tienen más derecho a recordar a las víctimas. Triste desagravio.

Lo que se olvida es que todos vivimos bajo el mismo techo –el cielo-, todos servimos a la misma patria –la Tierra-, todos dormimos en el mismo lecho –el dolor- y todos tenemos el mismo destino aunque no el mismo fin.

Amanece que no es poco, amanece la vida, de nuevo, para mí, para muchos, pero no para todos. Desgarrada voz para desesperado lamento.

En fin.

LaAlquimista

'Pintura para la paz' Amanda Arruti. Lápices de pastel

Por si alguien desea contactar:
apartirdeloscincuenta@gmail.com
 

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