martes, 13 de mayo de 2014

El bodorrio, la jequesa y los turistas

Hubo una época en mi vida –antes de Internet- en que no leía periódicos; llegué incluso a hacer gala de ello, aduciendo que bastante hablaba ya la gente en el trabajo o en el círculo de amigos de lo que pasaba en el mundo como para tirarme todos los días una hora manchando mis dedos de tinta. Y no es que estuviera haciendo méritos a la misantropía de andar por casa sino que me dio por ahí, tonterías que una hace. Pero con la era de la informática al alcance de todos los bolsillos no pude sustraerme a la invasión de información, incluso en el trabajo se instauró la costumbre de “leer el periódico” con el cafecito de las nueve y media. Y ya no pude salir de esa noria.

Así que me entero de todo –de todo lo que cuentan- y mi capacidad de asombro se pone a prueba cada día, amen de soliviantarme sin haberlo pretendido. Luego está la peluquería, ese salón de lectura donde te pones al día de todo el colorín habido y por haber (hasta hace unos años me llevaba mi propio libro, pero empezaron a mirarme con cara rara, así que ahora doy buena cuenta de todos “los santos” de la hemeroteca del sinsentido.)

Parece ser que hoy hay una boda de alto tronío –real, vamos- y que todos los campesinos van a dejar sus aperos para ir a agitar banderitas al paso del cortejo del señor feudal que desposa a su heredero con una “villana” muy guapa. Intuyo que les darán una hogaza de pan y un pellejo de vino para que “los siervos de la gleba” festejen la alegría de su Señor. (Acabo de leer una novela ambientada en la Edad Media y me lo ha recordado).

También he visto las fotos de la “jequesa” de un pequeñísimo emirato árabe lleno de petróleo y de gases que huelen mal pero que cotizan alto. De Dior o Chanel, demasiado guapa para ser de verdad –y qué marido tan postinero que tiene-, ya le dejan conducir un coche (aunque ella vaya con chofer otras mujeres menos afortunadas de su país pueden hacerlo, oh gran concesión) pero no sé si está preocupada por el hecho de que en el país del que es dueño y señor su esposo exista algo muy parecido a la esclavitud o de que se siga aplicando la Sharia. Han sido recibidos en el Palacio Real con gran fasto y derroche de flashes después de haber firmado los tratados pertinentes para que no dejen de vendernos lo que tanto les sobra.

Tengo que dejar de leer novela histórica porque se me mezclan las imágenes y ya no sé en qué siglo vivo, pareciéndome algunas cosas tan anacrónicas y quitándome el buen humor a la vez que me ponen guapa la melena.

Necesito una de torrijas urgentemente para volver a mi pequeño mundo. Menos mal que no tengo tele…

En fin.

http://blogs.diariovasco.com/apartirdelos50

LaAlquimista

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*Post escrito en Mayo 2011

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